martes, 29 de noviembre de 2011

LOS CÁTAROS. Cristianos incomprendidos

La historia del pueblo cátaro entra dentro de las raíces medievales del cambio ideológico de cristianismo más puro. Recojo la noticia de que el 16 de marzo de 1244, doscientos cátaros fueron enviados a las hogueras de Montségur por blasfemos, aunque éstos cantaran durante el camino a su muerte, cantos alzados a la gloria de Dios. Profundizo un poco en el tema de los Cátaros, un pueblo pacífico y sencillo, que veía la fe cristiana desde otra perspectiva. “Ecce qua” un poco de su historia.
Se cuenta que el catarismo vino del Mediterráneo, como todas influencias de la época que venia de Bizancia y Tierra Santa. En las tierras del Languedoc (Occitania) la llegada de unos monjes de la mediterránea oriental, en el siglo XII cambiaría el transcurso tranquilo del pueblo albigense, (naturales del pueblo de Albi) tierra de trobadores.
El día 10 de marzo de 1204 el Papa Inocencio III escribió una carta al rey de Francia:
“(...) Te corresponde a ti expulsar al Conde de Toulouse de la tierra que ocupa y quitársela de las manos....para dársela a unos buenos católicos que puedan, bajo tu feliz dominación, servir fielmente al Señor” (...).
En el Sur de Francia, un hombre de mucho poder luchó contra los cátaros, Pèire o Pierre de Castelnau y acompañado por su fiel compañero Arnau Almaric, que fue abad de Cîteaux. Lucharon para acabar con la herejía de aquellos lugares y principalmente se enfrentaron ante los prelados de Languedoc que favorecían a los mismos, como el Obispo de Besièrs, el Obispo de Vivièrs o el Arzobispo Berenguer II de Narbonne y que pugnaron duramente en contra los embajadores del Papa.
A finales de 1207, Castelnau consiguió reunir una liga de barones del Sur de Francia para unirse a esa cruzada en contra de los cátaros. El Conde de Toulouse al enterarse puso remedio y un contra ataque en la que se valió de miles de cátaros meridionales y de la ayuda de sus vasallos, como el rey Pedro II de Aragón. Castelnau moriría asesinado en mano de los herejes, después de un fuerte enfrentamiento con el Conde de Tolosa (Toulouse) Raimond VI, el día 14 de enero de 1208 en Beaucaire.
El día 10 de marzo de 1208, el Papa Inocencio III convoca con un gran llamamiento que todos los príncipes, nobles y gentiles hombres se unan en armas ante una nueva y sangrienta cruzada programada para defender unos pueblos cristianos sublevados en el sur de Francia y ser dirigidos por el Conde Simón de Montfort. Mientras en el otro bando, el Conde Raimond VI de Toulouse, familiar de los reyes de Francia, Inglaterra y Aragón; nuevo enemigo de la cristiandad por defender y gobernar los destinos de los cátaros manda llamar a todos sus aliados para defender con justicia sus territorios ante el papado. El conde toloso gobernaba unas tierras en la que la herejía se había instalado y en la que se sentía libre ya que la Iglesia actuaba cada vez con menor fuerza.
En julio de 1209, en Béziers murieron cerca de 30.000 personas, fue toda una matanza en la que ni los mayores, niños ni mujeres se salvaron. Raimond Roger Trencavel, mandó reorganizar nuevamente a sus vasallos dentro de la fortaleza. En agosto de 1209, la ciudad cayó en manos de Montfort.
LAS CREENCIAS & FILOSOFIA CATARA:
La llegada de la herejía era muy común durante aquella época. En el mediterráneo era muy usual las guerras entre herejes y la Iglesia católica. También era época de las cruzadas, aunque ya iban en declive, el fervor por servir a la Iglesia y luchar en contra el mal y ser perdonados por la eternidad a aquellos que acabaran con los sublevados, mantenían la fe, tal vez equivocadamente, a unos hombres cristianos con afán de seguir los pasos de Cristo. Los puntos de vista de los cátaros sobre los sacramentos, cuestionados y reinterpretados; su oposición a la jerarquía de la Iglesia y pensamiento de que Cristo dió por igual a todos sus apóstoles, sin afán de poder ni de economía; también cuestionaron los temas del bautismo, la eucaristía, la virginidad de María, la conversión del pan y del vino, en cuerpo y sangre de Cristo; aceptaron la idea de la reencarnación por lo que muchos adoptaron también una dieta baja en carnes llegando a rozar el vegetarismo. Esta nueva filosofía socio-religiosa no agradó a la Iglesia Católica, remarcándoles nuevamente de herejes.
El pensamiento o filosofía cátara, divergente y chocante con el mundo cristiano de la época, plantearon una nueva forma de fe cristiana. “Katharos”, esta palabra de origen griego que significa “puros” o “bons homs” en lengua del Languedoc, madre del catalán actual y de las diferentes variantes lingüísticas de la misma lengua.
Hacia 1250 se escribió un documento- uno de los pocos habidos- que fue cuestionado ante el papado, “El Libre des dos principis” (El libro de los dos principios)
CARCASONA: EL HOGAR DE LOS CATAROS
Carcasona, tierra de los Trencavel -señores feudales- tomó un papel muy relevante durante la historia de los cátaros del Languedoc. A casi dos horas de Cataluña por carretera, hallamos la ciudad medieval mejor conservada de las habidas en nuestro continente. El pueblo albigense se resistió a la cruzada organizada por el Papa Inocencio III en el año 1208. Miles de hogueras invadieron la ciudad, cada día había sentencias de brujería y quema de infieles. La Iglesia montó en ella uno de los mejores y mayores tribunales de la Inquisición. Raymond Rouger Trencavel puso fuerte resistencia ante el Conde de Montfort, que luchaba en la banda papal y acompañado de miles de cruzados. La ciudad cayó en manos de Montfort, rindiéndose a éste después de quince dias de asedio, justamente el día 15 de agosto de 1209 en el que se cuenta que hacia un calor terrible. Pedro II de Aragón que operaba a favor de los cátaros, intentó negociar con Montfort pero la tentativa no dió muchos frutos y aún siguiendo con la oposición de Trencavel, éste fallece el dia 10 de noviembre de 1209. Su hijo Raymond volvería años más tarde para poder rescatar Carcassona de los Capetos y devolverla su fé en el caterismo y en el esplendor que vivió la ciudad antes de 1208. Una vez derrotado el hijo de Trencavel, en 1224, se retiró y se tomó muchos años antes de regresar en 1240 a volver a reconquistar los terrenos que anteriormente fueron cátaras como Montolieu. Los reyes capetos (franceses) no les permitió mucho espacio de movilidad, mandando fortificar y reforzar las defensas de las ciudades y villas importantes del Languedoc. Por matrimonio y por herencia, los Condes del Rossellón, de Carcasonne y señoríos de Languedoc y fronterizos con Cataluña, pasaron a ser parte de la Dinastía real de los Condes-Reyes de Aragón y Barcelona, también antiguos aliados de los Cátaros. A Carlomagno y a sus descendientes la unificación de estos territorios a Aragón no agradaron nada. Se intentó casar a las hijas de los reyes de Aragón y Francia, para poder recuperar los derechos dinásticos sobre el sur de Francia. Siempre y durante la historia y a raíz de su unión con el pueblo catalán- principalmente- y con el aragonés, el pueblo de los antiguos cátaros han seguido manteniendo mucha simpatía por aquellos aliados que ayudaron – no si poder resolver- la tentativa de ser cátaros en un mundo en que solo había una ideología religiosa y en el que mandaba el Papa. Eran otros tiempos para el cristianismo.
Inscripción real en una losa: “Als catars, als martirs del pur amor crestian” 16/3/1244
LA CRUZ OCCITANA:
Este símbolo cristiano fue adoptado por las tierras occitanas de Languedoc y Provença, donde ya en muchas sepulturas precristianas aparecía. La región de los cátaros, el Languedoc-Roussillon, adoptó para su bandera las cuatro barras catalanas y la Cruz d’Oc o Cruz Occitana.
Los cátaros renunciaron a símbolos de idolatría pero esta cruz tiene una asociación con el mundo solar y con los doce símbolos del horóscopo occidental. Los Condes de Tolosa o Toulouse adoptaron este símbolo como parte de su escudo heráldico en el siglo XIII. Con el paso de los tiempos fue aceptado como símbolo heráldico-nobiliario. En 1211 los condes ya la llevaron durante la invasión francesa en sus territorios para acabar con el catarismo. Curiosamente se la puede ver en color rojo o blanco. En
la bandera con fondo rojo, la cruz es amarilla o blanca.
LUGARES CÁTAROS QUE HOY EN DIA SE PUEDEN VISITAR:
Basilica de St. Nazaire (Románica)- Carcassone.
El Castillo y murallas de la ciudad de Carcassone, el Castillo de Puivert.
Las ciudades de Toulouse, Bèsiers, Narbonne
Pueblos de Montolieu, Bearn, Montsegur, Foix y Saissac

lunes, 28 de noviembre de 2011

miércoles, 23 de noviembre de 2011

LOS CÁTAROS



Los cátaros se llamaban a sí mismos aprendices de Cristo del segundo advenimiento. El segundo advenimiento y el segundo Gólgota ya empezaron con los cátaros. Con la fuerza de la pureza virginal se alcanzaba una transformación sin violencia del hombre. Su rasgo característico era la atmósfera de amor y confianza que reinaba entre sus miembros. Las tiernas y conmovedoras relaciones entre los teogamitas, hacían que en poco tiempo sanaran y se calmaran las almas más heridas. En sus sociedades se establecían relaciones muy cercanas y excepcionales, relaciones mucho más que familiares.
La base de su santidad se consideraba la pureza, que se alcanzaba con ayuda de una especial dedicación a la Virgen Santísima. Los devotos, como uno solo, se encontraban envueltos en un ímpetu abrasador por alcanzar la pureza perfecta de corazón, conciencia, espíritu y cuerpo. Con la fuerza de la pureza virginal se alcanzaba una transformación sin violencia del hombre.
Los cátaros enseñaban: “Dios es amor puro y virginal en el que no hay lugar para el castigo, el enjuiciamiento, la maldad, la enfermedad ni la muerte. Dios no causa ni de forma directa ni indirecta ningún mal al hombre. Todo el mal corresponde sólo al príncipe de este mundo-Rex, el diablo.
Los buenos pastores se planteaban como objetivo encender en los corazones el fuego de la metanoia (la transformación interior), con la que se efectuaba la limpieza de toda la esencia del alma, de su estructura espiritual. La bondad extraordinaria de los cátaros cautivaba inmediatamente. El mal perdía el poder, desaparecía ante el fenómeno de una bondad extraordinaria.
Para los cátaros la santidad del hombre significaba alcanzar la bondad angelical. Pero ésta era una bondad de un tipo muy especial que partía de las fuentes del Principio. Una bondad que excluye lo melifluo, lo seductor, que por el contrario supone una sobriedad del alma y el conocimiento de las leyes universales de la Sabiduría.
El amor generoso y la bondad sin límites abrían en el hombre un potencial infinito.
“Nuestro Padre celestial es inmensamente bueno y cada persona, a pesar de equívocos y errores, en lo más profundo continúa siendo puro” – es esto lo que enseñan los cátaros.
Conmueve la profundidad de las enseñanzas de los cátaros sobre el hombre. Ellos enseñan que el hombre nace en los cielos de la última gota de Mirró del amor del Supremo y por lo tanto constituye una divinidad de origen celestial. En su aparición en la tierra el Rex Mundi, a través de mentiras y engaños llevó a cabo un remodelado de adaptación mediante el cual el alma olvidó al buen Padre y a la Patria celestial y equivocadamente profesó al Rex Mundi como su padre, su creador y protector.
La verdadera Fe está en desenmascarar al pérfido mentiroso que es ese diablo que se hace pasar por Dios en la tierra y volver de esa manera a los preceptos del Padre verdadero.
El camino espiritual de los cátaros comienza con aceptar el Principio del Altísimo con la fuerza del cual se corta la raíz del pecado original, se borran y se arrancan las señales pecaminosas del Príncipe de este mundo – Rex Mundi.
Los cátaros reconocían sólo el poder y el lenguaje del amor, descartando el lenguaje del autoritarismo y la usurpación. Las relaciones entre ellos se construían exclusivamente sobre los preceptos de la misericordia, la bondad y el amor. Se descartaba así todo tipo de obligación y violencia. No existía ningún tipo de reglas formales, rígidas reglamentaciones y rituales muertos. Su fe estaba siempre viva y llena de franco amor por Dios.

Los pastores con enternecedora, eran excepcionalmente condescendientes con las debilidades del prójimo y curaban las almas y los corazones con amor y bondad de origen celestial. Con su propio ejemplo de dedicación desinteresada, los pastores constituían un modelo de santidad.
En este medio, muchos eran los que alcanzaban la santidad de forma rápida y sencilla. Los corazones literalmente se abrían de par en par ante tanta irradiación de amor. Los seguidores de la Fe no podían sino sentirse completamente felices en medio de los pastores que de tal forma les amaban y se encontraban así en una atmósfera de placidez y calma divinas. Entre ellos no se trataban de otra forma que no fuera: “bello hermano”, “maravillosa hermana”, “dulcísimo padre”, “amadísima madre”.
“¡Oh, si la gente supiera qué clase de vida es posible en la Tierra! Dejarían sus preocupaciones mundanas y llegarían a ser sencillos y puros como nosotros” –de esta manera infantil exclamaban los pastores.
Lo verdaderamente asombroso era que al comienzo del camino espiritual no se necesitaba prácticamente ningún esfuerzo. Sólo después, mucho después, comenzaba espiritual, se hacía necesario aplicar la fuerza, ser sensato las veinticuatro horas del día y un profundo trabajo interior.
La esencia pecaminosa se quemaba con el fuego del amor a Dios. Se estimulaba la confesión a corazón abierto excluyendo el enjuiciamiento y el miedo al castigo. El Padre ungido y su prole espiritual vivían en un dialogo maravilloso de amor mutuo. Por encima de la confesión se colocaba el llanto, que se provocaba fácilmente en medio de tanta bondad y paz perfectas. Aún hoy a los cátaros el pueblo no les llama de otra forma que no sea “los buenos hombres”, “los queridos hombres”, “los amados por Dios”, etc.

Muchos miles de almas intentaron familiarizarse con la vida de las comunidades teogámicas donde reinaba una atmosfera de inmortalidad absoluta y de orden angelical. Los teogamitas eslavos tierra regida por las nuevas leyes universales de la Sabiduría, en la base de la cual estaba el amor.
Nuestro contemporáneo el reconocido ungido Juan de San Grial es heredero espiritual del tesoro de los cátaros. En sus innumerables tratados espirituales descubre los secretos de este gran movimiento espiritual.
La Inquisición desacreditó los ideales y las formas de ser de los cátaros y literalmente borró su existencia de la memoria de los hombres. De hecho, el Teogamismo eslavo, precursor del catarismo.
Desde hace siglos existen dos tradiciones, dos formas de fe, dos ramas que se oponen una a la otra. Una se inclina a la sinfonía con el poder laico, convirtiéndose en la ideología del Estado y tiende a expandirse mundialmente. La otra rama es la inmortal, la inconquistable, la espiritualmente pura y aspirante al matrimonio espiritual con el Altísimo.

Las comunidades de cátaros eran dirigidas por los ancianos ungidos que habían alcanzado en la tierra el nivel de dioses personificados. Sus caras brillaban con luz celestial, eran dueños de los grandes secretos del camino divino, obraban la maravilla de la cura y la resurrección de los muertos.

Les era dado decidir el destino del mundo, dirigir los procesos terrenales y del alma. Poseían el poder sobre los elementos y tenían el don de comunicarse con los pájaros, animales y plantas en su propia lengua. Poseían el don de contemplar el amor de Dios con sus propios ojos y mantener con Él el más dulce de los diálogos.
En ellos vivía el Alma divina del amor y la sabiduría, cada una de sus palabras eran santas e indestructibles. La mayor parte del tiempo los miembros de estas comunidades mantenían la clausura en constantes rezos y contemplación.
Muchos de ellos tenían la capacidad de vivir en la tierra cientos y miles de años, alcanzando de esta forma niveles de inmortalidad. Con el mismo respeto se dirigían tanto a Dios como al hombre. Sus conocimientos divinos, sus ideales y dádivas los sacaban de las fuentes de antiquísimas y purísimas civilizaciónes: los atlantes, los hiperbóreos, los arcadios

Bajo su liderazgo, los devotos de la Fe alcanzaban los más altos niveles de espiritualidad, se materializaban en cuerpos inmortales, podían elevarse a los cielos, regresar a la tierra, consagrar el espacio, curar de enfermedades mortales, cambiar la suerte y el destino de la gente. Todas las maravillas que obraban se alcanzaban, no mediante prácticas ocultas o mágicas, sino única y exclusivamente con la fuerza del amor celestial.
El Juan de San Grial heredó de los teogamitas eslavos infinidad de llaves doradas con las cuales se abren los pozos secretos en el corazón espiritual del hombre.
El Juan de San Grial asegura que el futuro de la humanidad está en el legado espiritual de los teogamitas eslavos que constituye un tesoro intacto del cual sacar conocimientos durante miles de años. A través de su extensa obra escrita y en sus innumerables discursos, el Padre Juan, de manera profética, anuncia el advenimiento de la época de una nueva civilización que tendrá como base la pureza divina y el amor de Dios. Proclamar y construir esta maravillosa civilización es considerado por el Juan de San Grial como el objetivo y la gesta de su vida.

domingo, 20 de noviembre de 2011

MONÓLOGO DE SEGISMUNDO "La vida es sueño"



Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,

sábado, 19 de noviembre de 2011

viernes, 18 de noviembre de 2011

El médico asesino de la Segunda Guerra Mundial

En el París ocupado por los nazis en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, no era extraña la repentina desaparición de muchísimas personas de la noche a la mañana.
Los judíos estaban perseguidos, los miembros de la resistencia francesa debían esconderse… muchos eran los motivos por los que las personas se esfumaban y a nadie le extrañaba tanta desaparición, por lo que, la mayoría, no fueron denunciadas ante las autoridades.
Pero tras la tragedia de la SGM se escondía una tenebrosa y escalofriante historia protagonizada Marcel Petiot. El respetado médico era en realidad un asesino en serie que actuaba por la noche y al que se le imputaron un número incalculable de crímenes.
Reconocimiento del asesino
El 11 de marzo de 1941, los bomberos y la policía fueron avisados debido al humo negro que provenía de uno de los pisos de un lujoso edificio situado en un elegante barrio parisino. Allí se encontraron partes de cuerpos mutilados que estaban esparcidos por todas las habitaciones, mientras otros estaban siendo quemados.
La vivienda pertenecía al respetable y admirado Dr. Petiot, una persona ajena a cualquier sospecha y que hasta entonces había llevado una vida ejemplar. Al ser interrogado por la policía, el médico dijo orgulloso, que dichos cuerpos desmembrados pertenecían a soldados alemanes que habían colaborado con los nazis. Pero no era así, los cadáveres correspondían a personas del otro bando.

Algo ocurrió en la mente de Marcel Petiot durante la guerra para que éste tomase la determinación de acabar con la vida de todas esas personas. El número jamás se conoció, ya que en su vivienda hallaron los restos de casi una treintena, pero se calculó que los crímenes cometidos superaron, muy posiblemente, el centenar.
Era un hombre sumamente inteligente, amable, encantador y con un excelente "savoir faire" en su trato con los demás, lo que le concedía ventaja para ganarse rápida y fácilmente la confianza de sus víctimas.
Una de las artimañas que utilizaba para engañarlos era hacerse pasar por miembro de la resistencia. Atraía fácilmente a aquellos que por algún motivo u otro debían huir del país. Peitot les decía que podrían escapar hacia América del Sur a cambio de un pago. Una vez hecho el trato con la víctima, la convencía para que escribiera una carta a sus familiares, diciéndoles que estaba bien y que regresaría en cuanto volviese la normalidad.

Preparando la guillotina que ejecutó a Marcel Petiot
Era un plan perfecto, ya que nadie echaría de menos a esas personas, y si alguna vez se llegaran a plantear donde estaban, pensarían que acabaron en la cámara de gas de los nazis.
El 25 de mayo de 1946, Marcel Petiot fue ejecutado en la guillotina.

jueves, 17 de noviembre de 2011

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El Misterio de Tunguska



Fue una mañana del 30 de junio del año 1908, en lejana región de Siberia llamada Tunguska, cuando los pocos habitantes del lugar se levantaron con una explosión y una luz cegadora. Al salir para ver lo había pasado, la sorpresa fue encontrar que 3km2 de árboles y bosques estaban calcinados y arrasados(60 mil árboles). Se buscó restos de algo que dieran indicios de la razón de aquel suceso, pero por más que rastrillaron el lugar una y otra vez, no hallaron nada. Algunos culparon a un pequeño agujero negro, pero tampoco tenían como sustentar esa hipótesis: ¿un cometa o un asteroide?, eran las explicaciones más lógicas, pero estos cuerpos espaciales dejan rastros o vestigios que tampoco hallaron. El misterio a medida que pasaban los años crecía y crecía con matices fantásticos que sonaban a leyenda.



La Explicación
Un grupo de científicos iatalianos dedicó una ardua investigación para resolver este extraño misterio. Llegaron a la siguiente conclusión: El culpable efectivamente vino del espacio, pero no fue un rayo de algún Ovni como contaban las leyendas, sino un meteorito de baja intensidad, que explotó en la atmósfera de aquel lugar y desintegró aquella región, el equivalente fue calculado a unas 10 mil toneladas de TNT, el efecto fue devastador y la repercusión en el resto del planeta duró dos días, se sintió hasta en Londres, la nube de polvo fue gigantesca. Según el científico Luigi Foschini, encargado del proyecto, el meteorito viajaba a 11 km por hora, y que tenemos que agradecer que no cayó en una ciudad, que si hubiera sido así lamentaríamos miles de muertes.

sábado, 12 de noviembre de 2011

TRES MITOS DEL TERROR, UN TEMA OCULTISTA: FRANKENSTEIN, DRACULA, JECKYLL/HYDE

En el siglo XIX se escribieron las grandes novelas de terror que el cine moderno ha pasado a imágenes con distinta fortuna. Drácula el vampiro, el monstruo del Doctor Frankenstein y la historia del Doctor Jeckyll y Mister Hyde constituyen tres mitos universales del terror, ahora bien sus autores Bram Stoker, Mary Shelley y Stevenson no fueron del todo originales en sus relatos, sino que se hicieron eco de un tema ancestral del ocultismo: el tema del doble etéreo de cada ser humano.


LA TEORIA OCULTISTA DEL DOBLE
Varios textos clásicos ocultistas sugieren la existencia de distintos "cuerpos" que morarían dentro del ser humano. Casi todas las doctrinas esotéricas aluden a tres: el cuerpo físico que sería el soporte de la personalidad, aquella parte tangible y material de nosotros mismos; luego seguiría un cuerpo astral o doble en donde residirían nuestros pensamientos, impulsos volitivos, instintos, pasiones, etc.; finalmente existiría una parte más íntima y recóndita que varias tradiciones llamarían "alma" y que sería aquella parte trascendente del hombre.
Esta clasificación no es independiente de otra doctrina esotérica la justeza de cuya afirmación es compartida por la física más avanzada. En efecto, esoterismo y física coinciden en que la totalidad del universo está compuesto por un mismo tipo de materia que se diferenciada según la cantidad de energía que contiene. Así pues, estos tres "cuerpos", no son otra cosa que materia sometida a distintas intensidades vibratorias. Según la vibración sea mayor o menor, la densidad de esta materia es menor o mayor. La materia que compone el cuerpo estará sometida a una gran intensidad vibratoria y por tanto será más densa que el resto. Por su parte lo que llamamos "alma" sería, dentro de esta óptica, una vibración de gran longitud de onda que implicaría una sutilidad máxima.
Lo que las experiencias de “desdoblamiento astral” exteriorizarían es ese ente intermedio entre la materia densa de nuestro cuerpo físico y la materia sutil de nuestra parte trascendente. Es un cuerpo inestable en cuanto que está sometida a la atracción poderosa del cuerpo físico y que el esoterista quiere liberar y situarlo bajo la influencia de la parte trascendente o alma.
Al decir de los esoteristas, en tanto que parte inestable del ser humano, este estado intermedio o astral, puede irse "sutilizando" o "densificando" según el tipo de vida que cada persona lleve. Una persona que lleve una vida pura, ascética, sometida a un ascesis interior, irá "sutilizando" esta parte astral. Otra atraída fuertemente por sus impulsos más bajos y sus instintos más animales, la irá, por el contrario, densificando.
Al producirse la muerte, el cuerpo físico desaparece. El "alma" recupera su libertad y el cuerpo astral queda sometido a la misma acción que las brasas de una hoguera después de que se haya extinguido la madera cuya combustión producía la llama. Hay que entender en este símil que la llama es la vida, la madera el cuerpo y lo que queda después de la desaparición del cuerpo, son las brasas. Éstas como el “astral” se mantienen durante un tiempo en actividad (lo que los cristianos conocen como "Purgatorio") pero también terminan por extinguirse (fenómeno al que los antiguos egipcios llamaban "segunda muerte").
Según sea más o menos denso el cuerpo astral, tarda más o menos tiempo en disolverse. Este cuerpo astral es considerado, por los esoteristas, como el "doble" del hombre, y a través de técnicas particulares que frecuentemente caen en el dominio de la magia negra y del satanismo puede superar su destino de extinción y perpetuarse.
A partir de aquí ya tenemos las bases ocultistas sobre las que Stocker, Shelley y Stevenson, crearon lo esencial de la trama de sus grandes novelas y los rasgos de sus personajes.

DRACULA DE STOCKER: LA SANGRE ES VIDA
Stocker escribe definiendo a Drácula: "... fue en vida un hombre extraordinariamente asombroso. Soldado, hombre de Estado y alquimista..."; serían precisamente sus conocimientos alquímicos los que le permitirían sobrevivir a su muerte. ¿Cómo lo consiguió? Tal es la clave de la novela de terror: absorbiendo sangre humana.
"La sangre es vida" repiten varios personajes de la novela, haciéndose eco del principio alquímico según el cual es en la sangre donde reside el fluido vital que contiene. Frases como "me hierve la sangre" o "me estoy haciendo mala sangre" se utilizan frecuentemente para definir estados del espíritu en los que éste es arrastrado por pasiones, instintos, cólera, lujuria, etc. Tales estados se conceptúan como "envenenamientos de la sangre", pero también como enfermedades del espíritu, o si se quiere, del cuerpo "astral"
Según el ocultismo todas nuestras acciones, buenas o malas, alterarían el fluido vital que cabalga sobre la sangre y ese fluido vital sería lo que determinaría la mayor o menor “densificación” del astral.
La afición de Drácula por la sangre procede de ahí. El doctor Van Helsing transcribe el pensamiento de Stocker y con él del esoterismo milenario: "Drácula es el no muerto". Su cuerpo físico ha muerto, su alma ha descendido a los infiernos, pero a través de la absorción continua de sangre humana, incorpora los fluidos vitales que contiene ésta y logra evitar la extinción de su cuerpo astral, densificándolo cada vez más y haciendo que perdure a través de los siglos. "Sus poderes mentales sobrevivieron a su muerte física", escribe Stocker.
El acto ritual en la redención del vampiro es clavarle una estaca en el corazón, arrancarlo luego y quemarlo finalmente. Como centro del ser humano, el corazón ocupa un puesto similar al sol en el sistema planetario. De hecho el ocultismo y las doctrinas esotéricas asimilan el corazón al sol y éste al fuego. Pero es en el corazón en donde según esas teorías reside igualmente la chispa trascendente que distingue a la raza humana de las especies animales, allí es donde mora el "alma". El alma como centro del sistema solar y el alma como centro de la personalidad radicando en el corazón nos llevan a otra similitud: alma corazón sol fuego. Arrancar el corazón del vampiro y arrojarlo al fuego es el acto simbólico de redimir al vampiro y restituir lo que es del fuego (el alma) al fuego, rompiendo así la tiranía que el cuerpo astral (sus "poderes mentales" como lo llama Stocker) materializado ejerce sobre el alma.
Otros aspectos del tema de Drácula (su unión indisoluble con la tierra de Transilvania que le ha visto nacer, la defensa que el ajo proporciona contra los vampiros, etc.) son otros tantos temas conocidos por los esoteristas que Stocker (del que se dijo que fue uno de los miembros de la sociedad ocultista inglesa “Golden Dawn”) aprovecha para componer su estremecedora novela puesta una vez más en el candelero gracias a la extraordinaria película de Francis Ford Coppola, “Drácula de Stoker”, filmada en 1992.

FRANKENSTEIN: MI DOBLE ES UN MONSTRUO
Con menos éxito comercial, y habiendo pasado directamente de la etapa de producción a su distribución en videoclubs, el "Frankenstein" rodado por los Estudios Pinewood en 1992 y dirigido por David Wickers, es sin duda la adaptación más rigurosa de la novela de Mary Shelley realizada hasta la fecha, desde luego mucho menos ambiciosa, pero sí muy superior a la versión realizada en 1998 por Kenneth Brannag y que constituyó un estrepitoso fracaso comercial a pesar de que la figura del monstruo estuvo encarnada por el conocido actor Robert De Niro.
En la película de Wickers, el monstruo creado por el doctor Frankenstein no tiene tornillos en el cuello ni alzas en los zapatos. Tampoco tiene costurones y cicatrices de una cirugía que tenía poco de estética. Reconociendo el mérito de Boris Karlof en la creación del personaje para el cine de los años treinta, ésta nueva versión se propuso ser fiel al texto escrito. Y de hecho lo es.
La Shelley no se desvía mucho de la temática ocultista, al menos en el inicio del relato: el monstruo es el producto de un experimento fallido a través del cual Frankenstein "coagula" una parte de sí mismo, clonándose, en un ser que debía ser hecho a su imagen y semejanza pero que un error en el curso del mismo, ha convertido en un monstruo.
Frankenstein y el monstruo son una sola y misma persona, desdoblada, eso sí, pero de la cual el primero es matriz. El experimento de Frankenstein exterioriza primero, coagula después, su propio cuerpo astral. En un momento dado del relato, el carácter del monstruo varía, siente pasiones, necesidades, deseos, bajos instintos, se aleja de la naturaleza, en principio bondadosa del doctor que lo ha creado y se convierte en un monstruo que siente placer en el asesinato y la destrucción.
La maldad ejecutada sistemáticamente es otra de las vías para densificar el astral y mantener su nivel energético. Es a través del ejercicio de la maldad que el monstruo conserva su vitalidad y evita la disolución de su cuerpo.
El monstruo quiere vivir, quiere incluso gozar de la misma sexualidad que los humanos y requiere una compañera. Frankenstein se niega y tal es el punto de inflexión del relato: a partir de aquí el monstruo será cruel y sanguinario. No hay que olvidar que el sexo es la "fuerza más fuerte de la naturaleza" según lo definió el mago y satanista inglés Aleister Crowley; por tanto es de la sexualidad de donde el monstruo pretendía obtener el aporte energético adecuado para mantener su consistencia y evitar la disolución. Recordemos solo que en el taoísmo chino y en el mismo sistema mágico de Crowley se enseñan técnicas muy precisas de "vampirismo sexual" (absorber el aliento de la mujer en el momento del orgasmo, por ejemplo) para obtener energía que retrase el envejecimiento o renueve el cuerpo.

DOCTOR JECKYLL: EL MONSTRUO ESTA EN MI
El tercer relato fue escrito por Robert Louis Stevenson "El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde", otro clásico del terror varias veces llevado al cine y que hay que situar en la misma perspectiva de los dos anteriores. Pero así como Mary Shelley y Bram Stocker conocían bien el ocultismo anglo sajón del último tercio del siglo XIX, Stevenson tenía una idea mucho más vaga. Toda la floración de clásicos del terror en aquella época está relacionada con los momentos de mayor éxito de sociedades ocultistas como "Orden de la Aurora Dorada" (Golden Dawn), la Sociedad Rosacruciana Inglesa, o la Franternidad de Luxor, que tuvieron una audiencia excepcional entre intelectuales y artistas.
En el relato de Stevenson, el Doctor Jekyll, mediante la ingestión de una droga transforma su personalidad, altera sus rasgos y se convierte en el malvado Mr. Hyde. Uno y otro son las dos caras del mismo Jano bifronte, dos aspectos de una misma personalidad.
Hyde exterioriza la parte negativa, abyecta, pasional, los bajos instintos de Jeckyll. Stevenson escribe comentando uno de los actos criminales de Hyde: "No parecía acto de un ser humano, sino de un Juggernaut infernal". Juggernaut es un avatar de Visnhu, el dios destructor del panteón hindú. En su celebración, los adeptos más fanáticos de este dios se arrojan bajo las ruedas de la carroza que porta la imagen, muriendo aplastados. El autor redondea la descripción así: "He visto en la cara de tu amigo la firma de Satán". En cuanto a Jeckyll, médico "sus aficiones se inclinaban más a la química que a la anatomía". También él pretendía por procedimientos científico químicos extraer un fármaco que proporcionara vida eterna y vigor sin límites, el sueño de los alquimistas.
Mary Shelley y R.L. Stevenson escribieron sus obras en un momento de gran efervescencia científica, cuando existía la sensación de que la ciencia iba a ascender en un progreso ilimitado hasta alcanzar la realización de lo que en un tiempo eran los mitos alquímicos: elixir de la larga vida, borrar las enfermedades y la muerte, etc. Es en este contexto de cientifismo eufórico en donde hay que enmarcar estas novelas y las de otros autores como Julio Verne (rosacruz, por su parte) que interpretan temáticas ocultistas intentando adaptarlas a la luz de la razón científica de la época.
Se suele interpretar la personalidad del Mr. Hyde como el Dr. Jeckyll alterado por los efectos de la droga, convulso y deforme. En realidad no es así. Hyde y Jeckyll son dos aspectos de la misma personalidad, pero no la misma personalidad en sí. Esto nos lo muestra paladinamente Stevenson en el relato cuando dos curiosos investigan los libros de notas de Jekyll: "Aquí y allí, una breve observación seguía a la fecha, generalmente de una sola palabra: "doble", la cual se repetía unas seis veces en un total de varios cientos de anotaciones...". Es difícil evitar ver en esta anotación el éxito de Jeckyll en exteriorizar su doble astral, es decir, Mr. Hyde.
A finales del siglo pasado, varios ocultistas intentaban realizar experiencias de desdoblamiento astral ayudándose de algún estímulo exterior. Se sabe, por ejemplo que la resina de láudano era utilizada con este fin, entre otros, por Jean Julien de Champagne, ilustrador de las obras de Fulcanelli, el alquimista del siglo XX. La resina de láudano es un producto químico que se fabrica a base de leche de amapola mezclada con ciertos productos químicos. Sus efectos son parecidos a los que Stevenson atribuye a los pocos gramos de "la tintura roja que, de un tinte rojizo al principio, empezó a abrillantarse de color y a afervescer con ruido a medida que los cristales se disolvían, exhalando nubecillas de vapor". El láudano produce efectos en el cerebro que dan sensación de efervescencia y ruido de cristales minerales al estallar y fundirse.
El doctor Jeckyll en su confesión escribe: "... fue en la esfera de lo moral y en mi propia persona donde me dí cuenta de la completa y primitiva dualidad del hombre" y más adelante: "...Me había acostumbrado a acariciar con delectación la idea de la separación de estos elementos, y si cada uno de ellos pudiera ser alojado en una personalidad distinta". Y en cuanto a las vivencias al producirse el "desdoblamiento" dice: "Había algo extraño en mis sensaciones, algo nuevo, inefable, y por su misma novedad, increíblemente agradable. Sentíame más joven, más ligero, más feliz físicamente y en mi interior me daba cuenta de una arrebatada osadía, de un fluir de desordenadas imágenes sensuales que pasaban raudas por mi fantasía como el agua por el saetín de un molino (...) Me sentí más perverso, un esclavo vendido a mi demonio innato, y esta idea, en aquel momento era como un delidioso vino que me tonificaba". Y, finalmente: "Empecé a vislumbrar el peligro cuando sentía un más brioso fluir de la sangre"...

TITANES FRENTE A HEROES
Los argumentos de estas tres novelas de terror son las crónicas de un fracaso: un hombre, intenta vencer las limitaciones de su naturaleza física, quiere perpetuarse, pero fracasa en su intento. Dracula, Frankenstein, Jeckyll son el equivalente moderno de los titanes de la mitología clásica: también ellos querían emular a los dioses del olimpo y fracasaron, emprendieron con sus solas fuerzas humanas tareas que sólo competían a los dioses. En las antípodas del titán, el héroe clásico (Hércules, Agamenon, Teseo, los argonautas, Aquiles, etc.), son hombres que triunfan en su intención de superar su condición humana. Los tres mitos del terror a que nos hemos referido no tienen esta imagen heroica.
¿Por qué fracasan unos donde triunfan otros? Mientras la pretensión de superar la condición humana se realice tomando como base el cuerpo físico, el fracaso está garantizado: como materia densa que es, está sometida a las leyes de la física y de la química, no puede sobrevivir a la oxidación de sus células que se produce a lo largo de los años que dura una vida.
La única posibilidad de hacerlo es recurriendo al cuerpo astral, densificándolo. Pero esto implica el ejercicio continuado de la maldad. Jeckyll lo acepta preparando la droga que lo transforma en Hyde. El doctrol Frankenstein se arrepiente de proyectar su astral en forma de un monstruo que precisa ejercitar el mal para vivir. Y Drácula, finalmente, se ve obligado a ingerir el fluido vital de la sangre, para evitar la pérdida de vigor. En todos ellos el intento se ve frustrado. Pero tal es el destino del Titán.
Según enseña la mitología clásica y las epopeyas homéricas, el intento "heroico", es diferente y trata de desplazar el eje de la personalidad al estrato más interior y sutil, al alma. Intentar disolver al máximo la parte astral –ese “cuerpo intermedio” y hacer que el cuerpo físico sea dirigido, no por los impulsos del cerebro (creador de pasiones, bajos instintos, obsesiones, etc.), sino del corazón (lugar de residencia del alma, sol y centro del cuerpo humano). En ese caso sería el alma la que dirigiría al cuerpo y no este se vería libre de la tiranía que el astral le impone.
Los trabajos de Hércules, los peligros que tiene que superar Jasón y sus argonautas (también divulgados ampliamente por la industria cinematográfica) son las distintas etapas de ascesis y purificación del astral. La conquista de las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides o del Vellocino de Oro, es la recompensa para quien a superado la condición humana, (definida por la capacidad de pensar e imaginar), ascendiendo a un estado superior de conciencia caracterizado por vibrar al unísono con el universo y sentirse en armonía con lo Absoluto.
Y en esto es donde Jeckyl, Dracula y Frankenstein han fracasado. Y también el fracaso de la sociedad secreta que inspiró a sus autores.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LEYENDAS CELTAS...La Calavera

Leyenda de la calavera
Cuentan que hubo una vez un hombre, dueño de una granja en Irlanda, que un día discutió fuertemente con su hijo único. Tras la discusión nunca más volvieron a hablarse y al poco tiempo el joven murió repentinamente. Tal era el odio que el padre aún albergaba en su corazón que no se presentó en el funeral de su propio hijo ni acudió al cementerio cuando lo enterraron. Pasó el tiempo. El granjero se convirtió en un hombre taciturno y poco sociable. Aún así, cumplía con las obligaciones ciudadanas y cuando murió un vecino fué al entierro. Al término de la ceremonia, el granjero se quedó un rato en el cementerio. Paseando por entre las tumbas, encontró una calavera. Por aquellos tiempos, los sucesos sobrenaturales estaban a la orden del día, y así sucedió que la calavera, con un crujido inquietante, movió las mandíbulas para hablar: -Mañana –le dijo- pasaré la noche en tu casa, con la condición de que vuelvas tú más adelante a hacerme compañía en el cementerioEl granjero, convencido de hallarse ante alguna señal del otro mundo, no dudó en aceptar. Además, decidió buscar un testigo e invitó al cura a visitarle la siguiente tarde. Cuando estaban cenando, se oyeron unos golpes secos en la puerta.Aunque nadie abrió, una calavera apareció de repente encima de la mesa. Ante la estupefacción de los dos comensales, el esqueleto dió buena cuenta de las viandas, y desapareció. A la noche siguiente, el granjero se armó de valor para cumplir con su parte del trato, aunque esta vez no obtuvo compañía. Se introdujo en el cementerio y buscó la calavera entre las tumbas donde la había encontrado la primera vez, sin suerte. Al lado de la iglesia, había una escalera con tres peldaños, junto a un prado. El granjeró los bajó, y se encontró de repente ante una escena surgida de la niebla en la que vió hombres enzarzados en una sangrienta pelea, con palas de madera y guadañas.Al verle, los contendientes se dirigieron a él preguntándole: -¿Acaso buscas una calavera descarnada? Mira a ver en este campo de al lado, buen hombre. Asustado por el tono de voz de ultratumba que proferían aquellos hombres, el granjero pasó corriendo al campo de al lado, para encontrarse en medio de una refriega salvaje entre hombres y mujeres. También entonces detuvieron su pelea, para decirle: -¿Buscas un cráneo blanqueado? Se acaba de ir al campo de aquí al lado. Lleno de miedo, huyó el granjero y llegó ante una casa que parecía haber aparecido por arte de magia. Sin pensarlo dos veces, penetró en su interior. Nada más entrar un fuego ardió en la chimenea, y junto al hogar vió una dama y una criada. La primera, desconsolada y aterida de frío, caminaba de un lado para otro, intentando acercarse al fuego, pero la criada la apartaba a empujones. Al verlo, le miraron con unas vacías cuencas de ojos y le dijeron: -Si buscas la calvera, la encontrarás en la habitación de al lado. Allí corrió a refugiarse el pobre granjero. Por fin, vió sobre el suelo, en un rincón, cubierta de polvo blanco, a la calavera deslucida. Pero no estaba sola, tres figuras se hallaban tras ella, como sombras de raídos ropajes negros, tres mujeres desgreñadas, pálidas y frías. Con una voz que parecía un eco, la calavera ordenó:-¡Mujer! ¡Dale de cenar a nuestro invitado! Con una actitud más propia de zombie que de viviente, la mujer se adelantó tambaleándose para poner sobre la mesa un poco de pan negro y una sucia jarra con agua. El hombre, no se atrevió a probar aquello. Entonces la voz de la calavera sonó de nuevo desde el oscuro rincón: -¡Mujer! ¡Da la cena a nuestro invitado! Una segunda mujer arrastró los pies hasta la mesa, en la que colocó aún menos cantidad y peor comida y bebida. La voz de la calavera tronó entonces: -¡Mujer!¡La cena para el invitado! Y un tercer guiñapo humanoide se apresuró hacia la mesa, pero está vez de sus manos surgieron manjares y bebidas apetitosas, y el hombre, por fín, comió y bebió hasta hartarse. Luego descubrió que la calavera se hallaba ante él, sobre la mesa, y una luz parecía brillar en los cuévanos: -Voy a explicarte cuánto has contemplado, hombre, pues tu valor y arrojo lo merecen. Fueron los hombres contendientes en vida vecinos que luchaban entre sí por tierras que tenían unas junto a otras, y movían las estacas, y cambiaban las margenes, y ahora tienen que luchar entre sí por siempre. Los hombres y mujeres enzarzados en cruel pelea fueron parejas casadas en vida que solían enfrentarse en sus casas, y ahora así seguirán por toda la eternidad. La señora que viste aquí al lado, muerta de frío, fue en vida cruel con su criada, y ahora sufre la venganza hasta el Día del Juicio. Y las tres mujeres oscuras, esas eran mis esposas. La primera siempre me trató mál, la segunda peor, y la tercera me cuidó bien, y así he querido que siga siendo. En cuanto a tí, desgraciado, viniste a mí por no asistir al funeral de tu hijo y sí fuiste sin embargo al de un extraño. Dime, ¿cuánto tiempo crees que ha pasado desde que saliste de tu casa? -En la tarde de ayer salí a buscarte calavera, respondió titubeante el granjero. -Aquí llevas setecientos años- sentenció la voz del cráneo-. Una oportunidad te queda, vuelve al cementerio, busca la tumba de tu hijo, póstrate ante él, y arrepiéntete, quizá aún puedas obtener el perdón. Volvió el hombre a hacer el camino de vuelta, recorriendo tierras que le parecieron extrañas, hasta llegar al viejo cementerio. Encontró la desvencijada tumba de su hijo, se arrodilló en tierra y pidióle perdón. El suelo se resquebrajó silenciosamente entonces, de las profundidades surgió una mano, sujetó la suya, y como jirones de niebla, ascendieron al cielo los espíritus del padre y del hijo.

sábado, 5 de noviembre de 2011

EL PRINCIPITO ENCANTADITO

Mantenía un soliloquio perpetuo, pero no “con el hombre que siempre iba con Machado”, sino con su propia mismidad imperfecta, que tan profundamente odiaba El reflejo de la ventana entreabierta le hizo apartar la mirada con violencia; aborrecía esa imagen, su pecho se estremecía hasta el vómito cuando cualquier reflejo le recordaba, aunque fugazmente, la inmutabilidad de su naturaleza.

Tamborileó el cristal de la mesa con desconsuelo, pero no lloraría. No podía llorar. Su categoría no se lo permitía. Jamás iba a llorar ni aun en la soledad de su cámara en lo alto de la torre.
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Aunque no le permitían vestir calzas ni jubón, sentíase un príncipe. Le entusiasmaría llevar calzas de lamé plateado, muy apretadas para que marcasen su paquete de relleno, de manera que pregonasen por todas partes su virilidad, y un jubón de seda cubierto de perlas cuyos caireles y charreteras hacían que sus hombros parecieran más anchos. Era víctima de un encantamiento. Su cuerpo no era su cuerpo. No se había convertido en sapo ni en un reflejo en un lago, pero eso que sentía no era él. La tétrica bruja había trazado en las nubes un hechizo en el mismo momento de su nacimiento; nada podía contra esa especie maldita de sortilegio que desesperaba tantos momentos de su existencia, que de otro modo debería ser esplendorosa, por sus derechos de pernada, por los privilegios de su nacimiento. Si no careciera de lo que carecía, tendría derecho a desflorar a todas las recién casadas de su reino

Encaramado en la altura vertiginosa desde donde podía despreciar al mundo a sus anchas, en esa orgullosa roca notaba su poder, el magnífico brillo de su altanería, el vuelo sideral de su importancia, las estrellas que se opacaban y doblegaban para adorarle. Miraba allí abajo al molinero y la hija del mayordomo que estaban a punto de ser llevados al cadalso, pero eso no podía importar ni inquietar a un príncipe, que estaba por encima de todo y de todos. Tenía las armas para salvarlos, porque estaba por encima de la ley y los jueces le obedecían, pero no podía rebajarse a abogar por seres tan insignificantes ni presentar pruebas que los salvasen y reconocer que sus delitos los había cometido obedeciendo sus órdenes. Un príncipe no podía rebajarse a tales nimiedades. Miró también al juglar que, allí abajo, luchaba desesperadamente por sobrevivir a pesar de la picota y los tormentos a que lo había mandado someter. “No es el primer borracho alucinado que se vuelve contra mí por negarle mis favores sexuales”
Sortilegio. Allí arriba, en lo alto del monte pelado, presentía más que veía la estancia de la malvada bruja. Hechicera que le había cambiado el cuerpo. Miró a su adorada, ensimismada no muy lejos, en la estancia vecina. Su ingenuidad. Su inocencia. Su dulzura meiga. Su ignorancia de los asuntos del reino, bendita ignorancia. Esa amada adorada y reverenciada no distinguía su izquierda de su derecha, era estulta, atolondrada, torpe, disparatada y quedaba en evidencia en todos los saraos. Era incapaz de cualquier cosa que superase las capacidades de un niño de seis años, le causaba muchos perjuicios por su estupidez, pero las amaba. Era incapaz de escribir una O con un canuto de caña perfectamente redondo Pero… ¿Para qué necesitaba ella saber algo, si él iba a convertirla en princesa algún día? Surtidores de estrellas bailaban en el aire de su presentida y nunca alcanzada felicidad futura, con un único agujero negro, el del hechizo terrible pero que algún día conseguiría romper. Aunque nadie había podido hacerlo nunca. ¿Tendría que sufrir el robo de su cuerpo por toda la eternidad?
Miró hacia abajo, hacia el rincón donde permanecía de rodillas, cara a la pared, el trovador que había sido el más famoso del castillo. El insolente, había osado pedir un sueldo y por eso lo había castigado a dejar de tener techo y comida. Llevaba un mes sin comer y lamentándose con versos cada vez más triste, pero no iba a conmoverse. Que se muriera, por impertinente.

Dado que jamás podría vencer a la bruja, romper el sortilegio, deshacer el hechizo y recuperar su cuerpo, iba a imponer sus reglas. El honor, la verdad y la justicia no serían nada. Su imperio sería el del abuso, la arbitrariedad, la horca, la picota y la esclavitud. La maldad, la crueldad, el tormento, la impiedad y el latrocinio debían prevalecer y serían para siempre la enseña de su soberanía

A umbanda e seus misterios


A madrugada, é o momento lírico do encontro da alma. Do eu interior, com o mundo silencioso, ornamentado pelo firmamento.
No brilho das estrelas, no imaginável que é o infinito, o ser se encontra mais perto de um ente superior. Deus..
Tão necessário, tão questionável, mas tão indispensável.
O Espaço nos parece mais leve, mais sutil, e o coração pode expandir em realidade, todo o seu sentimento.
E a sensibilidade vem mostrar, a pureza de sentimentos, muitas vezes guardada pelo excesso de afazeres, de um mundo Material.
A Aurora de um novo dia, é o reinício de mais uma jornada, de mais uma etapa a ser cumprida.

Feliz é aquele que entende, o quão bela é a vida, e a existência de um ser perfeitamente harmonizado.
No dia a dia, as atribulações muitas vezes, nos tiram a harmonia para com as nossas entidades. Mas um momento de silêncio, de reflexão, encontramos a presença magestoza de alguém que nos orienta, nos assiste, nos intui.
A presença se faz verdade. E na madrugada, vos encontrei, meu querido Caboclo da Lua. Meu pai, meu amigo.
Recebo vossas orientações, ensinando-me a percorrer um caminho difícil, porém amplamente recompensado em minha caminhada nesta passagem terrena. Onde a compreensão, o perdão, a ajuda para com o semelhante, devem estar presentes.
De um espaço infinito, de uma grandeza espiritual, a vossa presença é um marco, na vida de quem por vós renuncia, ajuda, busca através da caridade, merecer a vossa proteção.

Menino que fui, Homem que sou. Porém continuo um menino, perante o meu Pai.
Quão feliz seria, se pudesse transmitir a todos a Fé, a certeza, a verdade, a vitória que vós transmitísteis a todos que vos buscam e compreendem.
Quão seria belo o amanhecer, para aqueles que tem na vossa presença, o seu equilíbrio. No seu equilíbrio mental, espiritual, físico. E que após uma madrugada, pudessem dizer....
"Bom Dia! Meu Amigo, Meu Pai, Caboclo da Lua"

viernes, 4 de noviembre de 2011

martes, 1 de noviembre de 2011

EL ENORME TESORO de la Batalla de Rande



UNA DE LAS NOVELAS POR LAS QUE MÁS DINERO ME HA DEFRAUDADO ROCA EDITORIAL ES UNA DONDE FABULO SOBRE EL INIMAGINABLE TESORO QUE TRANSPORTABA LA FLOTA DE LA PLATA DE 1702.
SI SE RESTA POR ENCIMA LO QUE INGLATERRA NOS ROBÓ, LO QUE SE “COBRÓ” LUIS XIV Y LO QUE LLEGÓ A MANOS DE FELIPE V, DEL TOTAL “DECLARADO” QUE TRANSPORTABA LA FLOTA, RESULTARÍA QUE SE HUNDIÓ UN TESORO DE UNOS 85 MILLONES DE DOBLONES DE A OCHO (marea traducir a euros, unos 30.000 millones).
LO QUE ALGUNOS TILDAN DE LEYENDA FUE TAN REAL, QUE LOS AVENTUREROS BELGAS, HOLANDESES, INGLESES Y SUIZOS LLEVAN 300 AÑOS EXTRAYENDO SUBREPTICIAMENTE ORO DE LA RÍA DE VIGO.
JULIO VERNE RETRATÓ A SU CAPITÁN NEMO FINANCIANDO SUS AVENTURAS CON LO QUE ROBABA EN LA RÍA DE VIGO.
PESE A LAS PRUEBAS CLAMOROSAS DE LO QUE AHÍ DEBE QUEDAR, EL GOBIERNO ESPAÑOL NO ACABA DE DECIDIR UNA CAMPAÑA SERIA DE ARQUEOLOGÍA SUBMARINA EN ESA RÍA.



En Octubre de 1702 la Ría vivió un suceso bélico que tuvo una gran repercusión en Europa, la famosa batalla del estrecho de Rande. Tras dicho estrecho se había refugiado una flota hispano-
francesa de la que formaban parte diecinueve galeones cargados de oro y plata procedentes de las posesiones españolas en América.
Aquellos galeones y los barcos de guerra franceses que los protegían fueron atacados y casi todos hundidos por una gran escuadra anglo holandesa. Buena parte de los tesoros se fueron al fondo lodoso de la Ría, donde se supone que todavía permanecen tras los muchos intentos de rescate que tuvieron lugar a lo largo de los Siglos XVIII y XIX.
Parte del oro y la plata se pudo salvar, otra se hundió y una tercera fue el botín de los vencedores. Con el oro de Rande se acuñaron en Inglaterra monedas de cinco, una y media guineas; con las de plata de una corona, media corona, un chelín y seis peniques, todas con la efigie de la Reina Ana en su anverso. Circularon a lo largo de muchos años.
La Historia de la batalla
Desplegadas sus velas, entraban en la ría de Vigo los Galeones de la Plata escoltados por navíos franceses. 40 buques que, al mando del almirante Château Renault y el general Manuel Velasco Tejada, transportaban el tesoro más grande que jamás hubiera atravesado el Atlántico, con una tripulación diezmada por la enfermedad y la falta de agua y víveres.

Los apenas mil habitantes de Vigo, el 22 de setiembre víspera de Santa Tecla, contemplaban como enfilaban hacia el estrecho de Rande, a buen paso, buscando refugio. Bello espectáculo, sin duda, aunque presagio de grandes calamidades. Eran tiempos de guerra; la zona estaba desprotegida, pues las escasas fuerzas se batían en Italia y golfo gaditano; Gran Bretaña, Holanda, Austria… habían declarado la guerra a España y ansiaban hacerse con ese botín que iba a anclar en lo más profundo de la ensenada de San Simón, cerca de Redondela.
La plata, los exóticas frutos, aves, plantas y las valiosas mercancías de Filipinas y la América española, a la par que la información reservada de cuanto ocurría allí, hacía más de 3 años que no salían de Veracruz; finalmente, acabada la guerra de sucesión y entronizado el primer Borbón en España, Felipe V, fueron embarcadas en junio de 1702 y salían rumbo a Sevilla, donde eran esperadas con ansiedad por el Consejo de Indias, los comerciantes y toda Europa.
La natural curiosidad del paisanaje congregó a muchas personas, deseosas de ver de cerca los famosos galeones de la plata de la carrera de las Indias y de oir de los labios de los marineros historias de los exóticos paises…; allí conocieron, además, que la flota fue sorprendida en medio del atlántico por las noticias de los ataques de los ingleses y holandeses a Cádiz; que decidieron variar el rumbo para no caer en manos del enemigo; que el almirante francés pensó conducirla a Brest, importante puerto militar de la Bretaña francesa y que el general español Velasco lo convenció de que la ría de Vigo estaba más cercana y evitarían un posible ataque de los holandeses; que, ya pasadas las islas Cíes, subió a bordo el capitán general de Galicia, príncipe de Barbazón, que había salido de Vigo al avistarlos intentando convencerles de que siguiesen hacia Ferrol, donde estarían más resguardados…
La actividad se hizo entonces frenética en la zona. La prudencia aconsejaba desembarcar la carga, valorada en muchísimos millones, y ponerla a buen recaudo; pero las estrictas leyes de la Casa de la Contratación de Sevilla, que monopolizaba el comercio con las Indias, castigaba con la muerte a todo aquel lo hiciese sin presencia de sus comisionados. Así pues, mientras recibía el permiso de la Corte, el príncipe de Barbazón dispuso la defensa del enclave y organizó los medios para el futuro transporte de la carga.

El estrecho de Rande fue cerrado por una cadena formada por vergas, masteleros, cables, pequeñas anclas y todo aquello que pudiese estorbar al paso de las naves; detrás de ella se colocan los navíos de línea franceses, al fondo los valiosos galeones; los promontorios de Rande y Corbeiro reconstruían sus ruinosas defensas y se armaban con cañones de hierro y bronce sacados de los barcos; a sus pies se excavaban fosas y se recurría a la marinería y a las desentrenadas milicias concejiles para defender estos y los posibles desembarcaderos.
Una parte del tesoro fué desembarcado
Más de 1.500 carretas se habían alquilado –con pago adelantado de un ducado por legua- para transportar la carga en etapas a Pontevedra, Padrón, Lugo… hasta llegar a Segovia. El día 27, al recibir el permiso para el desembarco de la plata de la Real Hacienda, se comienzan a descargar los 3650 cajones que la contenían (7 millones de pesos de plata aprox.) finalizando el día 14.
Juan Larrea, el supervisor del desembarco de la carga de los comerciantes, retrasaba la descarga tratando de ahorrarles el 20% de coste añadido y las posibles pérdidas en el camino; tal vez las naves enemigas pasaran de largo y pudiesen proseguir hasta Sevilla, pensaba…

El ataque
Quiso el azar que el capellán de uno de los barcos de la gran armada de 160 navíos ingleses y holandeses, que ya regresaba a Inglaterra tras los ataques a Cádiz, se enterase de la arribada a Vigo de los galeones, durante la aguada en Lagos. Y que un fraile, abordado en las islas Cíes, lo confirmase. Sin dudarlo, el almirante Rooke, a pesar de su ataque de gota, dispone el ataque.
El 22 de octubre la ría de Vigo se llena de velas enemigas; los cañones de Vigo disparan, pero su corto alcance no logra alcanzar a ninguno de los más de 100 navíos que disponen su plan de ataque: a ambas bandas, 25 navíos con sus brulotes encabezan la formación; las fragatas y bombardas les siguen quedando a retaguardia los navíos mayores. Unos 4.000 hombres de infantería, al mando del duque de Ormond, desembarcan en Domaio y otros tantos lo hacen en Teis, cerca de Redondela, desmantelando las defensas de Rande, tomando las poblaciones ribereñas y haciendo huir a las milicias que las defendían.
La naumaquia empieza pronto; la cadena es rota fácilmente y el fuego de los cañones hace estragos; en ese angosto fondo de botella prácticamente se lucha cuerpo a cuerpo. Los incendios se generalizan a bordo –así la carga se hundirá en el mar y luego será rescatada- y el desconcierto es total. En apenas 5 horas dramáticas, hostigados por mar y tierra, todo está perdido para los españoles: 8 naves incendiadas, 18 apresadas, 10 hundidas, 2 varadas. Imnumerables los muertos y muchos los prisioneros.
El almirante Rooke, ordena desvalijar e incendiar cuantos barcos no puedan acompañarle a Inglaterra; el resto lo hará con su carga y bodegas selladas; ese rico botín –piensa- aumentará su prestigio y acallará las voces de los compatriotas que se oponen a los ingentes gastos que suponen las expediciones marítimas. No olvida seguir la pista a todas las mercancías sacadas de los barcos los días previos, escondidas por lugares cercanos; por su parte, Ormond, reparte entre la infantería los bienes encontrados en tierra y planea seguir la conquista hasta Vigo. Pero la tentación de volver a Gran Bretaña, victoriosos y con un gran botín, le decide a desistir de su plan.
El 31 de octubre, profusamente engalanados los mástiles y sonando las trompetas, la armada victoriosa pasa frente a Vigo llevando su botín. Al fondo de la ría queda la muerte, la desolación, la ruina… y el nacimiento de un mito: los tesoros hundidos en la bahía de San Simón, en Rande.
La fama de Rande
A partir de entonces el nombre de Vigo se popularizó en Europa, debido a la abundante documentación que generó el suceso, con impresión de numerosos grabados conmemorativos y de artísticos mapas para explicar y perpetuar la batalla.
La Batalla de Rande, en fin, sirvió para inspirar a Julio Verne en su novela “Veinte mil leguas de viaje submarino”, uno de cuyos capítulos transcurre en la Ría de Vigo, hasta donde periódicamente se trasladaba el capitán Nemo con el Nautilus para financiar sus expediciones con los tesoros que se encontraban en el fondo de las aguas de Rande.