jueves, 25 de agosto de 2011

LA CENICIENTA, CUENTO MARAVILLOSO



“La Cenicienta” es uno de los cuentos de hadas más conocidos por niños y niñas de todas las nacionalidades. Es un relato muy antiguo del que tenemos ya una primera versión en China en el Siglo IX d.c. De “La Cenicienta” se han hecho todo tipo de adaptaciones, en dibujos animados, en películas y recreaciones actuales. De ahí que nos interese su estudio.

Como ya sabemos, “La Cenicienta” nos habla de una pobre niña que sufre los malos tratos de su madrastra y de sus dos hermanastras que la hacen trabajar constantemente y que le niegan cualquier motivo de felicidad. Como ocurre en todos los cuentos de hadas, “la Cenicienta” no se sitúa ni en un espacio ni en un tiempo precisos. La fórmula de entrada “Había un hombre rico” no pretende acercarnos a la historia, al contrario, pretende situarla en una época lo más alejada de nosotros para que exista distancia entre el receptor y la historia, para que sea atemporal y pueda servir en cualquier tiempo.


B. MORFOLOGÍA DE LA CENICIENTA

“La Cenicienta”, en versión de los hermanos Grimm, sigue una serie de funciones que podemos enumerar de este modo:
I. Carencia inicial (la heroína no tiene madre y es maltratada por la madrastra y las dos hermanastras. Su padre no parece prestarle demasiada atención).
II. Alejamiento (el padre se aleja de casa y les trae regalos. Cenicienta pidió, únicamente, una ramita de avellano).
III. Recepción del objeto mágico (la niña planta la ramita en la tumba de su madre y, de tanto llorar, nace un árbol que crece y será su aliado futuro).
IV. Momento de transición (se divulga la noticia de un baile organizado por el príncipe).
V. Principio de la acción (Cenicienta decide asistir al baile).
VI. Prueba (las hermanastras le hacen recoger lentejas que ellas mismas han tirado en una fuente de ceniza).
VII. Socorro (las avecillas la ayudan).
VIII. Fechoría (le siguen prohibiendo que asista a la fiesta).
VI. bis
VII. bis.
VIII. bis.
IX. Reacción de la heroína (va a pedir ayuda al árbol).
X. Socorro (obtiene ayuda del objeto mágico y puede ir al baile).
XI. Llegada de incógnito (asiste al baile con éxito).
XII. Huida (escapa a través de un palomar)
IX. bis.
X. bis.
XI. bis.
XII. bis (escapa a través de un peral).
IX. bis.
X. bis
XIII. Marca (el príncipe hace untar con pez las escaleras).
XII. bis.
XIV. Búsqueda (el príncipe con la zapatilla busca a la heroína).
XV. Reconocimiento (la reconoce tras las oportunas pruebas).
XVI. Descubrimiento (el agresor queda descubierto. Las hermanastras se han autoamputado partes del pie sin ningún resultado).
XVII. Castigo a los agresores (las hermanastras son castigadas duramente con la pérdida de los ojos).
XVIII. Recompensa final (matrimonio entre Cenicienta y el príncipe).

En cuanto a los actantes que mueven el relato, podríamos establecer lo siguiente:
Sujeto: Cenicienta.
Objeto: conseguir la felicidad, la estima de los demás.
Emisor: la carencia de afecto, de amor, la falta de una madre.
Receptor: Cenicienta.
Ayudante: los pajarillos y el árbol (objeto mágico).
Oponente: la madrastra y las dos hermanastras.
Observamos que en “La Cenicienta” no falta ninguno de los elementos típicos del cuento maravilloso:
- una heroína se enfrenta a un agresor.
- interviene un objeto mágico.
- aparecen fórmulas mágicas (cancioncillas de las aves o petición de ayuda por parte de Cenicienta).
- repetición de funciones en forma cíclica.
- aparición de números simbólicos (el 3).
- recompensa final.
- castigo ejemplar a los agresores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario