En
la mitología griega, Ganimedes (en griego Γανυμήδης Ganymêdês)1 era un héroe divino originario de la Tróade. Siendo un hermoso príncipe troyano, hijo del
mismo epónimo Tros (o
de Laomedonte, según las fuentes), Ganimedes se
convirtió en el amante de Zeus y en el copero de los
dioses. Sobre la etimología de su nombre, Robert
Graves propone en Los
mitos griegos lo
siguiente: «ganuesthai» + «medea» («regocijándose en la
virilidad»).
Ganimedes
fue secuestrado por Zeus en el monte Ida, enFrigia (que actualmente corresponde a Turquía), lugar
de más de una leyenda sobre la historia mítica de Troya.
Ganimedes pasaba allí el tiempo de exilio al que muchos héroes se sometían en
su juventud, cuidando un rebaño de ovejas o, alternativamente, la parte rústica
o ctónica de
su educación, junto con sus amigos y tutores. Zeus lo vio, se enamoró de él
casi instantáneamente, y enviando un águila o transformándose él mismo en una lo llevó al monte
Olimpo.
Ganimedes
era de origen troyano y no griego, lo que le identifica como parte del nivel
más antiguo de la mitología egea prehelénica. Platón opinaba en su Timeo que el mito de Ganimedes había sido
inventado por los cretenses —la Creta minoica era un
centro de poder de la cultura prehelénica— para justificar sus inclinaciones homosexuales, que más
tarde fueron importadas por Grecia, en lo que coinciden los autores griegos. Homero no se preocupa por el aspecto erótico del rapto de Ganimedes, pero
es ciertamente en un contexto erótico en el que la diosa se refiere a la rubia
belleza del troyano en el Himno
homérico a Afrodita,
mencionando el amor de Zeus por el muchacho como parte de su atracción por el
troyano Anquises.
El
poeta romano Ovidio añade vívidos detalles y veladas ironías dirigidas contra los
críticos del amor entre hombres: tutores maduros esforzándose por recuperarlo,
y los perros de Ganimedes ladrando inútilmente al cielo (Carmina x). En la Tebaida (i.549) de Estacio se
describe una copa labrada con una iconografía del mito de Ganimedes: «Aquí el
cazador frigio es llevado por el aire sobre alas leonadas, la cordillera de
Gárgara se hunde a medida asciende, y Troya se desvanece bajo él; tristes
quedan sus camaradas; en vano los perros cansan sus gargantas ladrando,
persiguen su sobre o aúllan a las nubes.»
En
el Olimpo, Zeus hizo a Ganimedes su amante y copero, suplantando a Hebe. Todos los dioses se llenaron de gozo al ver la belleza del
joven, salvo Hera, la
esposa de Zeus, que lo trató con desprecio. Su odio por el muchacho fue usado
por los mitógrafos para justificar su rencor por los troyanos (junto al hecho
de no habérsele concedido el premio de belleza en el juicio
de Paris y a la
infidelidad de Zeus con la pléyade Electra, de cuya
unión nació Dárdano,
ascendiente de los reyes troyanos).
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