viernes, 2 de septiembre de 2011

Vlad Tepes - Vlad Draculea


EL ANTECEDENTE HISTÓRICO DE DRÁCULA

Se especula que Vladislaus el Empalador nació en noviembre o diciembre de 1431 en la ciudad de Sighisoara Transilvania. En este tiempo su padre Vlad II vivía exiliado en Transilvania, la casa donde nació sigue en pie y se encuentra en un próspero barrio, rodeado por casas de sajones, comerciantes Magyar, como también otras casas de la nobleza. Poco se conoce sobre los primeros años de la vida de Vlad III, tenía dos hermanos Mircea quien era mayor y Radu el hermoso, quien era menor. Los estudios de Vlad estuvieron a cargo de su madre, una noble de Transilvania, pero su verdadera educación empezó en 1436 después de que su padre reclamara exitosamente el trono valaco al asesinar a su rival Danesti. Su entrenamiento era típico de los jóvenes de la nobleza de toda Europa, su primer tutor era un viejo caballero boyar quien luchó contra los turcos en la batalla de Nicolopolis. Vlad entonces aprendió todas las habilidades para la guerra y la paz necesarias para ser un Caballero Cristiano.
En 1444, a la edad de trece años, el joven Vlad y su hermano menor Radu fueron enviados a Adrianople como rehenes para apaciguar al Sultán. Durante cuatro años permanecieron como prisioneros y tras ser puesto en libertad por los turcos, apoyaron a Vlad como candidato para el trono de Valaquia, mientras Radu optó por permanecer en Turquía, donde había crecido, posteriormente Radu también fue apoyado por los turcos como candidato al trono de Valaquia en oposición a su hermano Vlad con el fin de derrocarle.
Como se señaló anteriormente el primer reinado de Vlad III fue muy corto (dos meses según la historia), pero fue en 1456 gracias al apoyo de Hunyadi y el Reino de Hungría que retornó al trono. Tirgoviste se estableció como su capital y así empezó la construcción de su castillo a una distancia pertinente en las montañas cerca del río Arges. La mayoría de las atrocidades relacionadas con Vlad III las llevó a cabo durante este período.

Vlad el Empalador
Drácula es conocido en la historia por su inhumana crueldad, el empalamiento se convirtió en el método preferido de tortura y ejecución de Vlad III, por lo que también era conocido como Vlad Tepes (Vlad en Empalador). La muerte por empalamiento es una de las peores formas para morir, habitualmente era una muerte lenta y dolorosa. Para realizar esta tortura Vlad normalmente ataba cada pierna de la víctima a un caballo, los cuales tiraban del cuerpo hacía la estaca forzándose a entrar en el cuerpo. La punta de la estaca estaba engrasada y se tenía el cuidado de que la punta no estuviera muy afilada, para que la víctima no pereciera demasiado rápido y aumentara el dolor desgarado en lugar de perforando. Normalmente la estaca era introducida al cuerpo por la nalga atravesando el cuerpo hasta salir por la boca. Sin embargo otras víctimas eran empaladas a través de orificios en el abdomen o el pecho. En los casos donde se empalaba a niños, eran empalados por el pecho de sus madres, los registros indicaban que las víctimas eran empaladas en tal posición que sus cuerpos terminaban colgando cabeza abajo.

A menudo las estacas de Vlad Tepes eran organizadas en diferentes patrones geométricos, el más común era un anillo de círculos concéntricos en las afueras de una ciudad que era su objetivo. La altura de la estaca indicaba el rango de la víctima, la descomposición de los cadáveres se pudrían por meses sin ser tocados.

Se cuenta que cuando el ejército invasor turco se topó con los campos de empalados de Vlad Tepes, fue tal el terror que les produjo la visión de 20.000 prisioneros turcos empalados en las orillas del Danubio y las afueras de la ciudad de Tirgoviste, que en 1461 Mohammed II, el conquistador de Constantinopla, regresó a dicha ciudad totalmente aterrado. Este desagradable paisaje es recordado en la historia como “el Bosque de los Empalados”.
Aunque el empalamiento era el método de tortura preferida de Vlad Dráculea, este no era su único medio. La lista de torturas empleadas por el cruel príncipe se lee como un inventario de las herramientas del infierno: clavos en las cabezas, cortar extremidades, ceguera, asfixia, quemaduras, cortes de la nariz y orejas, mutilación de órganos sexuales (en especial en el caso de mujeres), despellejar a personas, exposición a los elementos o animales salvajes y quemar vivo a prisioneros. Nadie era inmune a la atención de Vlad, entre sus víctimas había mujeres, niños, campesinos, grandes señores, embajadores de potencias extranjeras y comerciantes. Sin embarga gran parte de sus víctimas provenían de mercaderes boyardos de Transilvania y de su propia Valaquia. Las acciones de Vlad Dráculea han tratado de ser justificadas por el nacionalismo y conveniencia política, muchos de los comerciantes de Transilvania en ese tiempo eran alemanes sajones que eran percibidos como parásitos, mientras los ricos terratenientes eran dueños de sus propios boyardos quienes ejercían sus influencias hacia otros príncipes gobernantes. El mismo padre y hermano mayor de Vlad fueron asesinados por boyardos infieles. Sin embargo muchas de las víctimas de Vlad eran valacos y pocos niegan que el príncipe tenía un placer perverso por sus acciones.

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